lunes, 11 de noviembre de 2013

Mi escuela secundaria.

Hola!

La idea de esta puclicación es contarles un poquito a cerca de mí.

Mi nombre es Laura y en estos momentos estoy cursando la carrera de "profesorado de primaria" en la Escuela Superior N°1 en Lengua Vivas "Pte. Roque Saenz Peña". La verdad es una carrera hermosa, desde los compañeros, los profesores y la misma escuela.

Este blog es un trabajo para la materia de Nuevas Tecnologías, pero también tiene el fin de brindar información útil.

La secundaria la hice en la "ET. N° 26 "Confederación Suiza", dirección Av. Jujuy 255.



Su ubicación es:



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Para divertirnos.

Juguemos a engañar a los ojos

La vista es casi siempre tan certera y fiel que nos parece que no puede tener fallos ni limitaciones, pero sí las tiene. En los tres juegos que se explican abajo se ve lo que no existe, y no se ve lo que sí existe.


La salchicha flotante

Para ver cómo flota una rarísima "salchicha dactilar", se pone ambos índices a unos 15 o 20 cm de los ojos; los dedos tienen que apuntar el uno hacia el otro, y estar separados 1 cm. Ahora, sin desviar la vista, se mira un poco más lejos y se ve lo que ocurre.



El punto ciego

La parte del ojo por donde sale el nervio óptico no tiene fotorreceptores, así que es un "punto ciego". Alejarse de la imagen a unos 50 cm y taparse el ojo izquierdo; con el ojo derecho se mira fijamente el botón rojo y se acerca uno hasta que el botón azul desaparezca o a la inversa.


El punto movedizo

Se tapa con cinta negra el extremo de una linterna de pilas, de modo que sólo salga un rayito de luz. Se proyecta sobre una pared en un cuarto oscuro y se mira el punto de luz. Parecerá que éste se mueve, pero lo que se mueve son los ojos (movimiento autocinético).




Manualidad: Saquitos aromáticos.


Material: tela de tul, tijeras, lazo de seda finito, gomas elásticas pequeñas, plantas aromáticas.
Objetivos: elaborar productos cotidianos de forma natural, resaltar la importancia de las plantas, fomentar la cooperación grupal, favorecer el sentido del olfato a través de la distinción de plantas aromáticas.
Desarrollo: elaboramos nuestros propios ambientadores (olfato). Utilizaremos hierbas aromáticas como el romero, lavanda, hierbabuena, tomillo...que moveremos bien con las manos y echaremos en trozos de tela de tul. Posteriormente ataremos estos trozos de tela co un lazo o cuerda para que nos quede una bolsita.


Lo mismo se puede hacer con los sentidos del gusto y tacto.
Ejem; para el gusto, se van a necesitar varias alimentos que pueda degustar, con los ojos tapados, y luego clasificarlos o identificarlos.

Y con el tacto, se puede poner en una cajita varios objetos con diferentes texturas y también con los ojos vendados decir que tipo de textura es o que objetos es.

Materiales sugeridos:
  • plastilina
  • papel de lija
  • algodón
  • piedras
  • monedas
  • tela
  • cuerda
  • etc. 

Adivinanzas.


Dicen que son de dos
pero siempre son de una
(Los dedos)

Una señora,
muy enseñoreada,
siempre va en coche
y siempre va mojada
(La lengua)

Tengo un tabique en el medio
y dos ventanas a los lados
por las que entra el aire puro
y sale el ya respirado
(La nariz)

Dos niñas asomaditas
cada una a su ventana;
lo ven y lo cuentan todo,
sin decir una palabra
(Los ojos)

Tiene grandes pabellones,
pero no tiene habitaciones
(La oreja)


Fuentes:





Los sentidos de los animales.

Estos seres fueron tan perfectamente creados que se le puso a cada quién un predominio en alguno o algunos sentidos y estos les ayudan en su entorno, ya sea caza, supervivencia, atracción, etc. Por donde pueden recolectar la información del mundo exterior hacia sí. Ya sea en el tacto, gusto, olfato, visión y audición en otros casos.
Fuera de esto cabe resaltar que algunos animales tienen otra clase de “sentidos” como por ejemplo el murciélago que posee ecolocación que les permite usar los ultrasonidos, pero esto ya hablaremos en otro artículo.
Si bien es cierto que para los animales sus armas y defensas más usada son los sentidos, estos también vienen siendo afectados por la presencia del hombre, por ejemplo la contaminación sonora que se produce en bosques en tala de árboles  que a su vez destruye su habitad.
Veamos pues los 5 sentidos conocidos en los animales:

La vista.

En este caso la grande mayoría de los animales poseen en sus ojos células que captan la luz a los que se los denomina fotorreceptores algunos son complejos como en el caso de los insectos, por ejemplo una mosca posee cerca de 4,000 omatidios en el ojo su ojo compuesto.

También hay otros animales que no tienen un órgano complejo, pero si tienen ocelos que solo les permite saber si hay o no presencia de luz en su exterior.

Los tipos de visión:  En este caso existen 2  tipos de visión; la monocular que es la que poseen mayor amplitud de vista como en el caso de las palomas, y la binocular que en este caso es más precisa como en los predadores. El ser humano posee visión binocular.

 


El oído.

Este sentido es gracias a los oídos y dentro de ella a un tímpano que al recibir sonidos son enviadas hasta su cerebro. Hay animales que tienen más desarrollado este sentido como las lechuzas que es una ave rapaz que hace su caza gracias a su oído desarrollado que capta las vibraciones del aire y puede así la lechuza dar sus zarpazos con precisión.
                          


El tacto.

Puede ser capaz de detectar los cambios en la temperatura, las superficies y vibraciones del ambiente que lo rodea. Una grande mayoría de animales poseen mecanoreceptores que pueden detectar los cambios de presión. Y otros poseen en su piel un gran número de terminaciones nerviosas muy sensibles como las almohadillas de los felinos.

Otro ejemplo son las arañas que al producir sus telarañas, mientras estas tienen las patas sobre sus telarañas y si alguna victima cae en la telaraña produce vibraciones y unos órganos especializados y complejos de las arañas las detectan y caminan hacia el lugar donde se produjo la vibración.


El olfato.

Cuando hablamos de olfato en animales quizá nos viene a la mente un perro sabueso, y es cierto ya que en estos animales vertebrados tienen una gran hipersensibilidad olfatoria y predomina sobre otros sentidos, esto les permite olfatear a grandes distancias comida, parejas reproductivas, otros animales, etc.


El gusto.

Cabe resaltar también que el gusto y el olfato se rigen a la quimiorecepción, estas son sustancias que son capaces de detectar estos sentidos. Y en el caso del gusto las células sensoriales que detectan los sabores  en algunos animales pueden estar esparcidas en todo el cuerpo como en el pulpo y en otros en algún lugar específico que pueden ser las papilas gustativas (lengua).


El Tacto.


Este sentido es poco considerado en relación con los sentidos catalogados como “importantes”, como el de la vista o el oído, el tacto es el primero de los cinco sentidos que se manifiesta ya desde el período de gestación.
El tacto es el encargado de la percepción de los estímulos que incluyen el contacto presión, los de temperatura y los de dolor. Su órgano sensorial es la piel, que, además, tiene el mérito de ser el órgano más grande del cuerpo. La percepción de estos estímulos externos se realiza a través de las células receptoras específicas que tiene cada una de estas señales en la piel. Se estima que en la piel humana existen alrededor de cuatro millones de receptores para la sensación de dolor, 500 mil para la presión, 150 mil para el frío y 16 mil para el calor.




Los corpúsculos de la piel


La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los corpúsculos, que son receptores que están encerrados en cápsulas de tejido conjuntivo y distribuidos entre las distintas capas de la piel–epidermis, dermis e hipodermis, desde la superficie hacia abajo–.

Los receptores encargados del tacto o de la sensación de contacto son los corpúsculos de Meissner, que nos permiten darnos cuenta de la forma y tamaño de los objetos y discriminar entre lo suave y lo áspero.

Los corpúsculos de Pacini son los que determinan el grado de presión que sentimos; nos permiten darnos cuenta de la consistencia y peso de los objetos y saber si son duros o blandos. En algunos casos, el peso se mide de acuerdo al esfuerzo que nos causa levantar un objeto. Por eso se dice que el peso se siente por el “sentido muscular”.

Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor –nuestra temperatura normal oscila entre los 36 y los 37 grados– . Especialmente sensible a estas variaciones es la superficie o cara dorsal de las manos.

En tanto, los corpúsculos de Krause son los encargados de registrar la sensación de frío, que se produce cuando entramos en contacto con un cuerpo o un espacio que está a menor temperatura que nuestro cuerpo.
Las distintas impresiones del tacto son transmitidas por los diferentes receptores a la corteza cerebral, específicamente a la zona ubicada detrás de la cisura de Rolando. 

El dolor


El dolor tiene sus propios receptores, llamados álgidos, que son terminaciones libres –nervios– presentes en casi todos los tejidos del cuerpo, en la parte más profunda de la epidermis y distribuidas entre las cápsulas de los diferentes corpúsculos.

Cuando el estímulo supera los límites normales –frío por debajo de los 0° Celsius, calor por encima de los 70° C, presión excesiva, punción o desgarradura de la piel– es captado por estas terminaciones, produciéndose el dolor. Por ejemplo, si la piel entra en contacto con un papel en llamas, la sensación ya no es de calor, sino de mucho dolor.

Cuando las células son dañadas, liberan sustancias que provocan un impulso que surge de las terminaciones nerviosas.

Una vez transmitida la información al cerebro, se liberan endorfinas, que bloquean el dolor. Lo mismo hacen los analgésicos, por mecanismos diferentes.

Los impulsos dolorosos llegan al cerebro a través de dos tipos de fibras nerviosas, con distinta velocidad de transmisión: las rápidas, de 12 a 30 metros por segundo (m/s), y las lentas, de 0,5 a 2 m/s. Es por esto, que existen dos tipos de dolor: el rápido, que es agudo, breve y muy bien localizado, que hace que reaccionemos retirando la parte del cuerpo afectada; y el lento, que es un dolor intenso pero difuso, que se mantiene hasta que se alivia la zona dañada.


El Gusto.


El gusto consiste en registrar el sabor e identificar determinadas sustancias solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas. Aunque constituye el más débil de los sentidos, está unido al olfato, que completa su función.

Órganos:
  • Papilas gustativas: Las papilas gustativas son unos órganos sensoriales que tienes en la lengua y que te permiten percibir los sabores, que se dividen en dulce, salado, ácido y amargo. ¿Cómo funcionan exactamente las papilas gustativas? Bueno, saca la lengua y mírate al espejo.

    ¿Ves todos esos bultitos? Se llaman papilas, y la mayoría de ellas contienen unos botones gustativos que tienen unos pelitos microscópicos muy sensibles denominados cilios. Los cilios envían mensajes al cerebro sobre el sabor las cosas, para que tu puedas percibir si son dulces, ácidas, amargas o saladas.
  • Lengua: La lengua es un órgano musculoso de la boca y es el asiento principal del gusto y parte importante en la fonación, masticación y deglución de los alimentos. Está cubierta por una membrana mucosa. El color de la lengua suele ser rosado. Su principal función es la contención de los receptores gustativos, que nos permiten degustar los alimentos. También contribuye junto con los labios, los dientes y el paladar duro, la articulación de las palabras y sonidos.
  • Paladar: es una estructura de la boca que la separa de las fosas nasales, es una zona de roce cuya interacción lengua-paladar permite decir las letras.


¿Cómo trabaja éste sentido?

Los compuestos químicos de los alimentos se disuelven en la humedad de la boca y penetran en las papilas gustativas a través de los poros de la superficie de la lengua, donde entran en contacto con células sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de las sustancias disueltas, envía impulsos nerviosos al cerebro. La frecuencia con que se repiten los impulsos indica la intensidad del sabor; es probable que el tipo de sabor quede registrado por el tipo de células que hayan respondido al estímulo. Luego de una exposición prolongada a determinado sabor, las papilas gustativas se saturan, y dejan de mandar información, por lo cual, al cabo de un tiempo determinado se deja de percibir el sabor.
Hay cuatro sensaciones gustativas que pueden reconocerse con facilidad: dulceamargoácido salado. Cada una depende de corpúsculos gustativos diferentes, que se distribuyen en determinadas zonas de la lengua.
El sabor dulce se aprecia de preferencia en la punta de la lengua; el amargo en la zona posterior; el ácido en los bordes y el salado en la punta u en los bordes.
La zona central de la lengua es insensible a los sabores.



El Olfato.


El olfato es el más sensible de los sentidos, ya que unas cuantas moléculas –es decir, una mínima cantidad de materia– bastan para estimular una célula olfativa. Detectamos hasta diez mil olores, pero como las estructuras olfativas, al igual que el resto de nuestro cuerpo, se deterioran con la edad, los niños suelen distinguir más olores que los adultos.

Además de advertirnos de peligros como el humo y los gases tóxicos o venenosos, el olfato contribuye con el gusto, estimulando el apetito y las secreciones digestivas.

La nariz es el órgano por el cual penetran todos los olores que sentimos desde el exterior. Es un cuerpo saliente del rostro, ubicado entre la boca y la frente, por debajo de la cavidad craneana.

El olfato está relegado al fondo y a lo alto de la nariz, cuyo interior está constituido por dos cavidades, las fosas nasales, separadas por un tabique. Cada fosa se divide en dos partes: la anterior o vestíbulo, cubierta por una membrana mucosa llamadaepitelio olfativo, y la posterior, recubierta por la mucosa nasal, que es donde se encuentran los receptores olfativos que nos permiten captar los distintos olores. Cada célula receptora termina en pequeños pelitos, desde seis a 20, llamados cilios. Estos están conectados a columnas de células que sirven de soporte a los receptores del olfato.



Percibiendo los olores


La parte interna de la nariz está formada por dos paredes: la pituitaria amarilla y la pituitaria roja o rosada. En la amarilla u olfatoria se encuentran los receptores del olfato, que envían toda la información al bulbo olfatorio, que es donde se recepciona el estímulo, transformándolo en impulso nervioso.

La pituitaria roja o respiratoria, llena de vasos sanguíneos, ayuda a regular la temperatura del aire que entra y sale de los pulmones, entibiándolo.

Es importante saber que para que un cuerpo tenga olor es necesario que sea volátil; es decir, que emita pequeñas partículas químicas que se disuelvan en la mucosidad de la pituitaria. La intensidad de los olores depende de la mayor o menor cantidad de partículas volátiles emitidas. Los cuerpos provistos de olor se llaman odoríferos, y los que no lo tienen, inodoros.

Cuando las sustancias olorosas –moléculas de olor– entran en la nariz, se disuelven en la mucosidad nasal, activando las terminaciones nerviosas de los cilios de las células receptoras, que generan un impulso. Este viaja a través de las fibras nerviosas –que son alrededor de 50 millones en cada fosa nasal–, pasando por agujeros del hueso etmoides, en el bulbo olfativo, donde se conectan con los nervios olfatorios que transportan la información al lóbulo temporal del cerebro.



¿Sabías qué?
• Las mujeres tienen el sentido del olfato más desarrollado que los hombres.
• Hay personas que tienen mejor olfato que otras, probablemente porque sus receptores funcionan mejor o están más especializados.
• Lo que para algunos es un olor fuerte y desagradable -como podría ser el de la mayonesa, el vinagre o tal vez algún perfume-, puede ser ignorado o considerado agradable por otras personas.

La Vista.



El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer el medio que lo rodea y relacionarse con sus semejantes.  Las imágenes visuales le proporcionan a través del ojo, información sobre el color, la forma, la distancia, posición y movimientos de los objetos.

Es el sentido humano más perfecto y evolucionado. El órgano receptor es el ojo o globo ocular.

El ojo cuenta con distintas estructuras que lo protegen. En primer lugar está la cavidad ósea, llamada órbita, que lo contiene.

Luego, los párpados, formados por un repliegue de la piel que lo rodea, la glándula lagrimal situada en el ángulo superior externo de la órbita. Su secreción mantiene al ojo húmedo. Se trata de un medio de defensa y de limpieza, que además evita que se seque la cara anterior a la córnea.

Finalmente, están las pestañas y las cejas. Ellas desvían las gotas de sudor provenientes de la frente, que podrían llegar hasta los ojos.






Medios transparentes:
  • Pupila: orificio a través del cual la luz penetra en el ojo.
  • Cristalino: especie de esfera achatada formada por membranas transparentes de consistencia gelatinosa. Es el encargado de enfocar las imágenes.
  • Retina: membrana compueta en su mayoría por células nerviosas y tienen la propiedad de ser fotosensibles; en la retina es donde se forman las imágenes.  
  • Iris: Es la porción coloreada del ojo, correspondiente a una membrana que se localiza entre la córnea y el cristalino, y cuya abertura redonda y central (la pupila) regula la entrada de luz al ojo mediante su contracción 
    y dilatación.
  • Córnea: estructura en forma de cúpula que se halla en la parte frontal del ojo y que protege el iris y el cristalino además de ayudar a centralizar la luz en la retina.

Funcionamiento:
La luz, tanto si procede de una fuente productora como si son rayos reflejados por diferentes materias, penetra en el ojo por la córnea . Esta membrana que cubre la parte delantera del ojo es transparente y actúa como una lente convexa, desviando los rayos hacia un mismo punto. Detrás de la cornea se encuentra el iris, que actúa como diafragma regulador, dilatándose o contrayéndose para controlar la cantidad necesaria de luz. Hay un orificio en el centro del iris que es la pupila, y por ella pasa la luz a un cuerpo transparente y elástico, que cambia de forma por las presiones de los músculos ciliares, llamado el cristalinoEsta lente de material blando permite, al agrandar o reducir su curvatura, enfocar con precisión la imagen en el fondo del ojo .

Curiosidades:
 La luz del sol tiene que viajar 150 millones de kilómetros para llegar a nuestros ojos.
 El ojo humano puede detectar más de 10 millones de colores.
 El pigmento del iris, en el caso de los ojos castaños o negros, proporciona protección extra ante las molestias de la luz muy brillante. En cambio, los ojos claros ven mejor con poca luz.
 La visión cambia a medida que las cosas o tu cuerpo se mueven. El cerebro actúa produciendo una serie de imágenes cientos de veces por segundo, ubicándolas una a continuación de la otra, como una secuencia.

El Oído.


El sentido del oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen.

Estructura: El oído se divide en tres secciones.
  1. Oído externo:
    Consta de dos partes. Una es una porción sobresaliente -tejido cartilaginoso- y revestida de piel- llamada pabellón de la oreja.
    La otra es el conducto auditivo externo, que mide aproximadamente 2,5 centímetros. Va desde el pabellón de la oreja hasta el tímpano, órgano que vibra con la acción del sonido.
  2.  Oído medio:Es una cavidad pequeña. Contiene tres huesecillos articulados en cadena: martilloyunque estribo (llamados así por su forma). El martillo está en contacto con el tímpano. El estribo se conecta a la ventana oval, membrana extendida sobre un orificio que se comunica con el oído interno.
    El oído medio se comunica con la faringe a través de la trompa de Eustaquio. En el extremo faríngeo de ésta hay una válvula normalmente cerrada, lo que evita que el sujeto sea molestado por su propia voz.
    La válvula se abre con la deglución y el bostezo.
  3. Oído interno:Consta de un complejo conjunto de conductos y cavidades, llamado laberinto óseo, ubicado en el hueso temporal. La parte del laberinto óseo relacionada con la audición, es un tubo enrollado en espiral. Es semejante a una concha de caracol.
    Estos conductos están llenos de un líquido denominado perilinfa.


Así funciona:
Para poder escuchar un sonido, las ondas sonoras deben pasar primero, por el conducto auditivo externo y hacer vibrar así la membrana del tímpano.
Las vibraciones se transmiten a través del oído medio por el martillo, yunque y estribo. Al mismo tiempo, originan ondas en el líquido del oído interno. Esos estímulos salen mediante los nervios auditivos superiores.





¿Querés ver como bailan las células ciliadas?



Fuente: 
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/sanwalabonso/uudd/ud_sentidos/orsentido.htm

Los sentidos.



Los sentidos nos proporcionan la información vital que nos permite relacionarnos con el mundo que nos rodea de manera segura e independiente. Esto, por medio de las sensaciones, que son el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para procesar todos los estímulos que recibe: luz, sonidos, sabores, frío o calor, dolor, olores, incluso las caricias, cosquillas y besos.
Tenemos cinco órganos de los sentidos: la piel, que nos permite el tacto; los ojos, que nos proporcionan la vista; los oídos, que además de captar los sonidos nos entregan el equilibrio; la nariz, que nos ayuda a percibir los olores, función que denominamos olfato; y, la lengua, que nos da la posibilidad de distinguir una compleja gama de sabores, el gusto.


Presentación.